¿Y el Sol donde lo ponemos?

Imaginémonos que tenemos fichado un encuadre y queremos ir a hacer la foto con una bonita luz de atardecer o amanecer, pero... ¿Hemos pensado donde queremos que aparezca el Sol?. Yo al principio no lo hacía y así me lucía el pelo. Ahora, si me dieran a elegir, elegiría casi-siempre el Sol dentro del encuadre, porque, entre otras cosas, es la zona del cielo donde se encuentran los colores más vivos.

Sin embargo no es oro todo lo que reluce, y si decidimos colocar el Sol dentro del encuadre tendremos que afrontar una  serie de pegas e inconvenientes:

• El Sol, a lo largo del año, no sale ni se pone por todos los sitios, sino sólo por aproximadamente un 40% de ellos.
• Es muy probable que un monte o edificio tape la puesta o la salida del Sol.
• Al tratarse de una escena de alto contraste y debido a que el rango dinámico de nuestras cámaras es limitado, deberemos utilizar técnicas especiales, como unir múltiples tomas con el photoshop o utilizar filtros degradados.
• Destellos, flares y luz parásita. Nunca he entendido la necesidad de tener los objetivos limpios hasta que el Sol ha empezado a salir en mis encuadres :-D

Sin embargo, si somos capaces de superar estos inconvenientes, obtendremos la recompensa de poder fotografiar momentos de extraordinaria belleza.